Orson Welles fue una de las figuras más brillantes e innovadoras en cuanto a creatividad en el teatro, la radio y el cine durante las décadas de 1930 y 40, alcanzando un gran éxito que trascendió todos los tiempos con la película “Citizen Kane” de 1941, ya que aún hoy sigue siendo considerado por muchos críticos como una de las mejores películas jamás hechas, además Wells quedó en la historia por la emisión de radio que puso en vilo a la nación entera cuando dramatizó un supuesto ataque extraterrestre, que fue tan creíble al punto de que mucha gente se suicidó ante la inminente invasión (La guerra de los Mundos).
Orson Wells murió en 1985 de un ataque al corazón en su casa de Hollywood a la edad de 70 años, sin embargo es de destacar que en sus últimos años, se convirtió en una figura imponente que solía aparecer con su
característico tapado negro y sombrero de ala ancha, fumando un gran cigarro. Después de su muerte fue visto por varias personas en su restaurante favorito, “Sweet Lady Jane” en Los Ángeles, sentado en la mesa, pero además el personal del restaurant asegura haber percibido el aroma de la marca de cigarros que lo caracterizaba, mezclado con el olor del coñac que le gustaba.
James Dean
A pesar de que sólo hizo un puñado de películas, Dean fue uno de los actores jóvenes más influyentes de la década de 1950 ya que marcó una tendencia juvenil en lo que respecta a la rebeldía, un joven desenfrenado por la energía de la juventud que en la vida real lo llevó a la muerte. Entre su filmografía logró éxito con el film “Rebelde sin causa”, pero a una temprana edad en 1955, encontró la muerte en un accidente de trafico mientras conducía su Porsche imprudentemente en una carretera de California.
Desde el accidente, hubieron varios informes sobre avistamientos del espectral Porsche de Dean lo largo de la carretera en las cercanías del área donde aconteció su trágica muerte. Sin embargo fue más famosa la "maldición" unida al propio vehículo, ya que esta comenzó antes del accidente, cuando sus compañeros actores, entre ellos Alec Guinness, le advirtió a Dean sobre el coche, diciendo que tenía un mal presentimiento sobre él, ya que otros accidentes y muertes habían sido documentados en relación con el dicho porsche.
